Un año para recordar y celebrar

El curso está ya lanzado, como el sprint de una final de etapa ciclista. Sin duda no estamos a la velocidad deseada. La puesta en marcha este año no ha sido fácil, y ha bloqueado las ricas y generosas iniciativas de todo comienzo. Los hechos vividos nos han exigido un esfuerzo de diálogo y reflexión sobre el sentido de la solidaridad y la responsabilidad personal, la coherencia y las implicaciones de la palabra dada y el marco de convivencia que hemos aceptado. La designación de responsables de las diversas actividades ha marcado el final de la etapa inicial con diversas celebraciones que acompañan las primeras semanas. Es bueno pararse a contemplar dónde estamos y lo que estamos por vivir.

Es un año especial en nuestro Mayor. Vamos a celebrar con orgullo y alegría 50 años de vida de nuestra institución educativa. Lo hemos hecho ya desde el comienzo poniendo color y rostro a este cincuentenario con la presencia en nuestro Colegio del director y algunos colegiales de la primera generación, allá por el lejano año 1967, junto a seis directores más de toda nuestra trayectoria. También acogíamos en nuestra casa a la recién nacida Asociación de Antiguos Colegiales del Jaime del Amo, con un evento compartido por más de 100 antiguos colegiales de diversas promociones.

Por lo que celebramos, es nuestro deseo sentirnos acompañados durante este curso por antiguos colegiales que han hecho vida, crecido y aprendido entre estas paredes. Estoy convencido que su experiencia nos enriquece y nos ayuda a sentir la meta siempre más cerca. Celebrar 50 años de vida no deja de ser algo simbólico para recordar que no estamos solos, que caminamos juntos, con un mismo proyecto, un mismo sueño: conseguir nuestras metas como personas, como estudiantes llenos de futuro.

Es un año para recordar y celebrar. Escribía el premio nobel de literatura español Jacinto Benavente, “Una cosa es continuar la historia y otra repetirla”. Somos continuadores, no repetidores. Recreamos la historia con la riqueza que cada uno aporta con su granito de arena. Este año somos mucho más que 162 colegiales y un equipo directivo y de servicio consolidados. Contamos con todas las historias y los nombres de estos 50 años, con su experiencia, su presencia en nuestra casa, su aliento. Juntos haremos que nuestro “Duc in Altum” nos conduzca a nuestra meta: seguir forjando jóvenes universitarios cada día más libres, más responsables, más solidarios; más honestos y más creyentes.