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Más allá del Colegio

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Que hay vida más allá del Colegio, es algo indubitable. Lo saben los colegiales cuando salen a sus clases, a dar un paseo, a hacer alguna compra o a tomar unas cañas. Con sólo abrir los ojos es suficiente para darse cuenta de que esa vida es muy variada. Más cuando uno es joven y tiene toda la vida por delante.

Pero también saben los colegiales del Jaime que hay en esta vida rincones oscuros. Sin ir más lejos, en la calle que bordea el Colegio, hay desde hace años un grupo de africanos que viven –malviven, sería mejor decir– de organizar el aparcamiento de los coches en la zona. Algunos llevan ahí años. Dicen los entendidos que España es para ellos un lugar de paso, que su sueño está más arriba, en Holanda, Alemania, Inglaterra... Pero la crisis económica les ha dejado ahí tirados, en la calle, sin papeles, indocumentados, sin derechos, sin futuro, sin esperanza.

Los colegiales que abren sus ojos y quieren conocer la realidad más allá de las luces de los escaparates, van también al comedor de inmigrantes. Es una actividad tradicional del Colegio. Allí se ve otra realidad, otro mundo, otras personas. Un mundo bastante diferente de aquel al que están acostumbrados.

Así, poco a poco, se van dando cuenta de que esta sociedad no es lo que se ven en las películas. Nada que ver con lo que a veces difunden los medios. Hay un lado oscuro. Hay pueblos enteros que viven en la marginación, en la pobreza, en la injusticia estructural. Y surge en algunos el deseo de hacer algo, de intentar cambiar esa realidad para que la justicia y el pan llegue a todos. Algo tendrá que ver eso, me parece a mí, con el futuro profesional de los colegiales.

Pero hay mucho que se puede hacer desde ya mismo. En el Colegio, desde el departamento de Pastoral, se promueven desde hace años los apadrinamientos. Es algo sencillo. El colegial hace una aportación económica –se supone que fruto de algunas renuncias– que va directamente a ayudar a un niño de un país subdesarrollado, El Salvador en concreto, en su educación, elemento clave para tener un futuro mejor. Este año ya se ha puesto en marcha esta actividad. Hay menos colegiales apuntados que otros años, desgraciadamente bastante menos, lo que significa que habrá menos niños a los que se pueda ayudar. Pero todavía están a tiempo los que estén interesados. Porque esos otros niños también tienen derecho a recibir una educación que les posibilite un futuro mejor. Y, sobre todo, tienen derecho a nuestra solidaridad.

P. Fernando Torres Pérez cmf

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