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En favor de la justicia

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Hace unos días tuve la oportunidad de ver una antigua, para algunos colegiales sería vieja, película en blanco y negro: “Vencedores o vencidos”. Una buena producción de 1961, dirigida por Stanley Kramer y protagonizada por unos geniales Spencer Tracy, Burt Lancaster, Richard Widmark y Maximilian Schell. Es muy recomendable verla aunque esté en blanco y negro.

La película narra uno de los muchos juicios que se celebraron en Nuremberg poco después de terminar la II Guerra Mundial. Los juzgados son un grupo de jueces que habían ejercido su cargo durante la época de los nazis. Spencer Tracy es el juez al que le toca dirimir su culpabilidad y dictar sentencia. Ellos niegan su culpa. No hicieron más que cumplir las leyes del Estado. Como uno de ellos dice en su alegato final: desde el momento en que comenzó a ser juez se dio cuenta de que debía dejar de lado su personal sentido de la justicia para dedicarse a cumplir y hacer cumplir las leyes aprobadas por el Estado.

La cuestión es que esas leyes terminaron dando lugar al genocidio judío, a la castración de numerosas personas por ser deficientes mentales, portadores de enfermedades hereditarias o simplemente por ser enemigos del Estado (entiéndase por ser enemigos del pensamiento nazi dominante). Esas leyes, su aplicación, habían dado lugar a la muerte, a la condena de inocentes. Los acusados alegan que ellos no sabían nada del genocidio, que no sabían de los campos de exterminio, que no hicieron más que aplicar la ley.

La respuesta final la da el juez, dirigiéndose al principal de los acusados. No hacía falta saber del genocidio. Todo empezó cuando se condenó injustamente al primer inocente. Todo empezó la primera vez que se miró a otro lado para no ser consciente de la injusticia que promovía aquella situación. Todo empezó cuando no se quiso asumir la propia responsabilidad.

El tema de la película sigue siendo actual. Cada vez que se mira a otro lado cuando se ve el sufrimiento de un inocente. Cada vez que se permite la corrupción, la injusticia. Cada vez que se piensa que es mejor que sean los otros los que hagan algo. Posiblemente la situación en la que se encuentra España tenga mucho que ver con esa dejación de responsabilidad que han hecho muchos buenos.

A veces en el Colegio también se producen situaciones de ese tipo. Nadie sabe nada. Muchos miran para otro lado. Es mejor no actuar. Es mejor no significarse. Es mejor no asumir la propia responsabilidad. Es mejor sumirse en la masa y mirar para otro lado. El problema es que haciendo eso la injusticia queda impune.

P. Fernando Torres Pérez cmf

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