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El 4 de abril de 1968 fue asesinado en Menphis (Tennessee, EEUU) Martin Luther King, el gran luchador por la dignidad de los negros en Estados Unidos, un símbolo de la igualdad y los derechos humanos en todo el mundo. Los que lo asesinaron no lograron parar su misión. Muchos otros siguieron trabajando y luchando, comprometidos hasta poner en peligro sus vidas y sus bienes, por hacer realidad el sueño de este hombre.
Es famoso su discurso en el Mall de Washington, el que tenía como elemento central las palabras que dan título a este comentario (el texto completo se puede encontrar en este link->http://www.um.es/tonosdigital/znum7...). Vale la pena leer el discurso completo. Más incluso en este tiempo de Pascua en que los cristianos celebramos la resurrección de Jesús. Esa resurrección tiene que ver no sólo con la vida del más allá sino, sobre todo, con la del más acá.
Es tiempo de soñar que una vida más plena y mejor para todos es posible... en la medida en que todos la vayamos haciendo posible, en que nos comprometamos en esa tarea que la justicia, que son los derechos humanos, que es la libertad, que es la tolerancia, que es el respeto mutuo. Que es, en definitiva, el sueño que tuvo otro hombre, unos siglos antes, que los cristianos confesamos como hijo de Dios: Jesús de Nazaret. Él lo llamaba el Reino de Dios.
¿Y que tiene que ver todo esto con el Colegio Mayor? Mucho y muy importante. El Director y los que forman el equipo directivo también tenemos un sueño para este Colegio Mayor. Está expresado, con todos los límites que tiene siempre cualquier texto, en el Proyecto Educativo. Queremos en definitiva un colegio que sea un hogar para todos los colegiales, un lugar donde reine el respeto mutuo y la tolerancia, donde se rechacen los abusos de unos sobre otros, donde la dignidad de todos sea reconocida y ningún colegial se tenga que inclinar ante otro.
Hace unos años un colegial vino a decirme que no me daba cuenta de que la relación entre los colegiales era la de una familia. Le respondí que ciertamente era muy de familia pero de familia desestructurada. Los colegiales se tienen que comprometer en hacer un colegio mejor, en hacer realidad el sueño plasmado en el Proyecto Educativo. Nos jugamos mucho en ello. No sólo hacer un Colegio mejor sino hacer una sociedad mejor, donde no se excluya a nadie, donde todos se sientan sujetos activos del bien común.
El sueño de Jesús es el sueño de Martin Luther King y el sueño que ninguno deberíamos dejar de soñar. Para poco a poco hacerlo realidad en nuestras vidas.
P. Fernando Torres Pérez cmf