Ahora toca entrenar

Estos días las canchas del Colegio están muy ocupadas. A veces hay hasta problema entre dos grupos que pretenden usarlas al mismo tiempo. No es causa de conflicto. Con un poco de buena voluntad enseguida se arreglan esos problemillas. Lo importante, lo que hay que subrayar, lo que es novedoso, es que las canchas se están usando para entrenar.

Sí. He dicho lo que he dicho: para entrenar. Los equipos deportivos del Jaime están entrenando. Y eso es una novedad. Comenzó ya un poco el año pasado, cuando los “Mártires” decidieron dedicar algún tiempo a preparar los partidos. Quizá algún otro equipo también lo hizo. Pero nada como lo que se está viendo este año.

Eso me hace recordar un partido que se celebró en el Jaime hace unos cuantos años. Era de balonmano. Jugaba nuestro equipo contra otro Colegio Mayor del que no recuerdo el nombre. Me acerqué a las pistas antes de que comenzase el encuentro. Hacía un rato que había llegado el equipo visitante. Estaban entrenando, calentando, preparando jugadas. Con entusiasmo, con dedicación.

Se iba acercando la hora del comienzo del partido. Los nuestros fueron bajando poco a poco. Se acercaban a los otros colegiales que iban a presenciar el encuentro, charlaban con ellos. Y con las chicas amigas que también habían venido a ver a sus amigos. Nada de prepararse. Mientras, los otros seguían con sus ejercicios, haciendo grupo, escuchando las indicaciones del que hacía de entrenador.

El resultado ya nos lo podemos imaginar. Perdimos. No estoy seguro de que ellos fueran mejores que nosotros. De lo que estoy seguro es de que se lo tomaban más en serio. Sabían que la victoria no venía como un regalo –quizá fruto de tener dos o tres jugadores muy buenos–, sino del esfuerzo por hacer equipo, por prepararse. Sabían que sólo el trabajo previo constante y disciplinado da resultados a la larga.

Este año los equipos deportivos del Jaime de las diversas especialidades están entrenando. Es una buena noticia. No sé si los resultados acompañarán el esfuerzo. Sería bueno pero no indispensable. Lo importante es que están haciendo equipo, es que aprenden a trabajar juntos, a colaborar para un fin común sin esperar de la genialidad de uno o dos que lo hagan todo.

Pero hay más. Quizá es que los colegiales del Jaime han aprendido a ser un poco más humildes. Ellos también necesitan entrenar, trabajar duro, prepararse, pasar por ese periodo oscuro del entrenamiento en el que no se ven resultados pero sin el que no hay nada que hacer. Es otra buena noticia. Eso es que vamos mejorando como Colegio y que vamos aprendiendo algunas lecciones que más adelante, en el trabajo, en la vida de familia, en la sociedad, resultan imprescindibles: sin hacer equipo, sin trabajo codo a codo con los demás, no se consigue nada.